Holy Apostle Matthias - Santo Apóstol Matías

ENGLISH:

Matthias (Koine Greek: Μαθθίας, Maththías Greek pronunciation: [maθˈθi.as], from Hebrew מַתִּתְיָהוּ‎ Mattiṯyā́hū; died c. AD 80). His name means Gift of God. He was, according to the Acts of the Apostles (written c. AD 80–90), chosen by the apostles to replace Judas Iscariot following the latter's betrayal of Jesus and his subsequent death. His calling as an apostle is unique, in that his appointment was not made personally by Jesus, who had already ascended into heaven, and it was also made before the descent of the Holy Spirit upon the early Church.


The Holy Apostle Matthias was born at Bethlehem of the Tribe of Judah. From his early childhood he studied the Law of God under the guidance of Saint Simeon the God-Receiver (February 3).

When the Lord Jesus Christ revealed Himself to the world, Saint Matthias believed in Him as the Messiah, followed constantly after Him and was numbered among the Seventy Apostles, whom the Lord “sent them two by two before His face” (Luke 10:1).

After the Ascension of the Savior, Saint Matthias was chosen by lot to replace Judas Iscariot as one of the Twelve Apostles (Acts 1:15-26). After the Descent of the Holy Spirit, the Apostle Matthias preached the Gospel at Jerusalem and in Judea together with the other Apostles (Acts 6:2, 8:14). From Jerusalem he went with the Apostles Peter and Andrew to Syrian Antioch, and was in the Cappadocian city of Tianum and Sinope. Here the Apostle Matthias was locked into prison, from which he was miraculously freed by Saint Andrew the First-Called.

The Apostle Matthias journeyed after this to Amasea, a city on the shore of the sea. During a three year journey of the Apostle Andrew, Saint Matthias was with him at Edessa and Sebaste. According to Church Tradition, he was preaching at Pontine Ethiopia (presently Western Georgia) and Macedonia. He was frequently subjected to deadly peril, but the Lord preserved him to preach the Gospel.

Once, pagans forced the saint to drink a poison potion. He drank it, and not only did he himself remain unharmed, but he also healed other prisoners who had been blinded by the potion. When Saint Matthias left the prison, the pagans searched for him in vain, for he had become invisible to them. Another time, when the pagans had become enraged intending to kill the Apostle, the earth opened up and engulfed them.

The Apostle Matthias returned to Judea and did not cease to enlighten his countrymen with the light of Christ’s teachings. He worked great miracles in the Name of the Lord Jesus and he converted a great many to faith in Christ.

The Jewish High Priest Ananias hated Christ and earlier had commanded the Apostle James, Brother of the Lord, to be flung down from the heights of the Temple, and now he ordered that the Apostle Matthias be arrested and brought for judgment before the Sanhedrin at Jerusalem.

The impious Ananias uttered a speech in which he blasphemously slandered the Lord. Using the prophecies of the Old Testament, the Apostle Matthias demonstrated that Jesus Christ is the True God, the promised Messiah, the Son of God, Consubstantial and Coeternal with God the Father. After these words the Apostle Matthias was sentenced to death by the Sanhedrin and stoned.

When Saint Matthias was already dead, the Jews, to hide their malefaction, cut off his head as an enemy of Caesar. (According to several historians, the Apostle Matthias was crucified, and indicate that he instead died at Colchis.) The Apostle Matthias received the martyr’s crown of glory in the year 63.



ESPAÑOL:
Matías (griego koiné: Μαθθίας, pronunciación griega de Maththías: [maθˈθi.as], del hebreo מַתִּתְיָהוּ Mattiṯyā́hū; murió en c. 80 dC). Su nombre significa Don de Dios. Según los Hechos de los Apóstoles (escrito c. 80-90 d. C.), fue elegido por los apóstoles para reemplazar a Judas Iscariote tras la traición de este último a Jesús y su posterior muerte. Su llamado como apóstol es único, ya que su nombramiento no fue hecho personalmente por Jesús, quien ya había ascendido al cielo, y también lo hizo antes del descenso del Espíritu Santo sobre la Iglesia primitiva. 

El Santo Apóstol Matías nació en Belén de la Tribu de Judá. Desde su niñez estudió la Ley de Dios bajo la guía de San Simeón el Receptor de Dios (3 de febrero). 

Cuando el Señor Jesucristo se reveló al mundo, San Matías creyó en Él como el Mesías, lo siguió constantemente y fue contado entre los Setenta Apóstoles, a quienes el Señor “los envió de dos en dos delante de Su faz” (Lucas 10: 1 ).

Después de la Ascensión del Salvador, San Matías fue elegido por sorteo para reemplazar a Judas Iscariote como uno de los Doce Apóstoles (Hechos 1: 15-26). Después de la Venida del Espíritu Santo, el Apóstol Matías predicó el Evangelio en Jerusalén y en Judea junto con los otros Apóstoles (Hechos 6: 2, 8:14). De Jerusalén fue con los apóstoles Pedro y Andrés a la Antioquía de Siria, y se encontraba en la ciudad capadocia de Tianum y Sinope. Aquí el apóstol Matías fue encerrado en prisión, de la cual fue liberado milagrosamente por San Andrés el Primero Llamado.

El apóstol Matías viajó después de esto a Amasea, una ciudad a la orilla del mar. Durante un viaje de tres años del apóstol Andrés, san Matías estuvo con él en Edesa y Sebaste. Según la Tradición de la Iglesia, predicaba en la Etiopía Pontina (actualmente Georgia occidental) y Macedonia. Con frecuencia estuvo sujeto a peligros mortales, pero el Señor lo preservó para predicar el Evangelio. 

Una vez, los paganos obligaron al santo a beber una poción venenosa. Lo bebió, y no solo él mismo permaneció ileso, sino que también curó a otros prisioneros que habían sido cegados por la poción. Cuando San Matías salió de la prisión, los paganos lo buscaron en vano, porque se había vuelto invisible para ellos. En otra ocasión, cuando los paganos se enfurecieron con la intención de matar al Apóstol, la tierra se abrió y los envolvió. 

El apóstol Matías regresó a Judea y no dejó de iluminar a sus compatriotas con la luz de las enseñanzas de Cristo. Obtuvo grandes milagros en el Nombre del Señor Jesús y convirtió a muchos a la fe en Cristo. 

El sumo sacerdote judío Ananías odiaba a Cristo y anteriormente había ordenado que el apóstol Santiago, hermano del Señor, fuera arrojado desde las alturas del templo, y ahora ordenó que el apóstol Matías fuera arrestado y llevado para juicio ante el sanedrín en Jerusalén. 

El impío Ananías pronunció un discurso en el que blasfemamente calumnió al Señor. Usando las profecías del Antiguo Testamento, el Apóstol Matías demostró que Jesucristo es el Dios Verdadero, el Mesías prometido, el Hijo de Dios, Consustancial y Coeterno con Dios Padre. Después de estas palabras, el Apóstol Matías fue condenado a muerte por el Sanedrín y apedreado. 

Cuando San Matías ya estaba muerto, los judíos, para ocultar su maldad, le cortaron la cabeza como enemigo de César. (Según varios historiadores, el Apóstol Matías fue crucificado, e indican que en cambio murió en Cólquide). El Apóstol Matías recibió la corona de gloria de mártir en el año 63.

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