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viernes, 29 de mayo de 2020

Roma es La Ramera de Babilonia profetizada en el Apocalipsis


Apocalipsis 17, 4: La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro y piedras preciosas y perlas y tenía en su mano una copa de oro, llena de abominaciones y de las impurezas de su fornicación."
 

Ninguno de los puntos que siguen son necesarios para demostrar que la "iglesia" romana y sus papas no son cristianos verdaderos. La evidencia doctrinal cubierta en este artículo lo demuestra en detalle. Sin embargo, los puntos que siguen son interesantes y esclarecedores, ya que ayudan a explicar con más detalle por qué esta crisis catastrófica está ocurriendo y qué hacer con ella.
Apocalipsis 17, 1: “Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo y me dijo:o Ven, te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas…”.
Los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis hacen sorprendentes profecías acerca de la “gran ramera” o la “ramera de Babilonia” que surgirá en los últimos días desde la ciudad de las siete colinas. Roma fue construida sobre siete colinas. Es por esto que a lo largo de la historia Roma ha sido identificada como la ciudad de las siete colinas mencionadas en el Apocalipsis. Lo que describe a la ramera de Babilonia, es una esposa falsa una falsa iglesia— que surgirá con el Gran Cisma con el fin de engañar a los cristianos en Occidente, hollando la fe y cometiendo fornicación espiritual.

1. La ramera se sienta sobre muchas aguas
Como ya hemos visto, la gran ramera se sienta sobre muchas aguas. El Apocalipsis nos da una pista de lo que son estas muchas aguas.
Apocalipsis 17, 15: “Y me dijo: Las aguas que ves, sobre las cuales está sentada la ramera, son los pueblos, las muchedumbres, las naciones y las lenguas."
“Pueblos, naciones y lenguas” son indicativos de la influencia global, algo que tiene influencia en todos los confines de la tierra. Inmediatamente se vienen a la mente Roma y la Iglesia Católica Romana. La iglesia romana ha incorporado fieles de todos los pueblos, naciones y lenguas.
Papa Pío XII, Fidei donum # 46, 21 de abril de 1957: “Ahora bien, nuestra santa Madre la Iglesia es de hecho la Madre de todas las naciones, de todos los pueblos, así como de las personas individuales…”
Y puesto que Roma es la "sede de la Iglesia universal" según los heterodoxos, si Roma pasara a manos de un papa apóstata que impone una nueva religión, entonces influiría en casi todos los pueblos, naciones y lenguas con su infidelidad espiritual (Debido a la herejía romanista de la "infalibilidad papal"). Es por eso que la ramera se sienta sobre los pueblos, naciones y lenguas. De hecho, el Concilio de Trento confirma (que las aguas sobre las que se sienta la ramera se conectan con la extensión casi universal que en los últimos días tendría la iglesia romana si un papa o una serie de papas apóstatas usurpan con éxito la Sede de Roma) con alarmante especificidad.
Pío IV, Concilio de Trento, sesión 22, sobre el santo sacrificio de la misa: “Avisa seguidamente el Concilio que la Iglesia (romana) ha preceptuado a sus sacerdotes que mezclan agua en el vino en el cáliz que debe ser ofrecido, ora porque así se cree haberlo hecho Cristo Señor, ora también porque de su costado salió agua juntamente con sangre, misterio que se recuerda con esta mixtión. Y como en el Apocalipsis del bienaventurado Juan los pueblos son llamados aguas [Apoc. 17, 1 y 15], así se representa la unión del mismo pueblo fiel con su cabeza Cristo."
Nótese que el Concilio de Trento declara que las aguas de Apoc. 17:1,15 representan la unión de los fieles con Cristo, es decir, a la Iglesia Católica. ¡La gran ramera se sienta sobre las aguas! Por lo tanto, es de la fe católica que la gran ramera se sienta sobre la Iglesia Católica, es decir, ella intenta hacerse pasar por ella. Esta es una descripción perfecta de la falsa Iglesia, la Secta de Hildebrando, que surgió en el Siglo XI, con el Gran Cisma, que ha engañado con éxito a la mayor parte del mundo haciéndolo creer que es la verdadera Iglesia Católica.
Entender que las “aguas” del Apocalipsis representan a los pueblos, naciones y lenguas de la iglesia romana, es la clave para entender otros importantes versículos de ese libro. Por ejemplo, Apoc. 18, 17 habla acerca de cómo los capitanes y marineros clamaban por la destrucción de la ciudad.
Apocalipsis 18, 17: “Todo piloto y navegante, los marineros y cuantos bregan en el mar se detuvieron a lo lejos, y clamaron al contemplar el humo de su incendio y dijeron: ¿Qué había semejante a la ciudad grade?”.
Los capitanes, marineros y los que trabajan en el mar representan los que trabajan con las almas en la Iglesia Católica, es decir, los sacerdotes, religiosos, etc. Ellos lloran por la desolación de Roma y se preguntan cómo se ha derrumbado en tan poco tiempo.

2. La ramera se sienta sobre la ciudad de las siete colinas

Apocalipsis 17, 9: “Aquí está el sentido que encierra la sabiduría. Las siete cabezas son las siete colinas sobre las cuales está sentada la mujer, y son siete reyes”.
Como se ha dicho ya, Roma fue construida sobre siete colinas. Dado que la gran ramera se sienta sobre la ciudad de las siete colinas, la gran ramera se sienta sobre la misma Roma – el centro de unidad en la Iglesia Católica y el hogar de los Romanos Pontífices.
Benedicto XIV, Apostolica constitutio # 4, 26 de junio de 1749: “…la Iglesia Católica (romanista) se identifica con la ciudad Roma solamente, en la que la presencia corporal de este apóstol [Pedro] es cuidadosamente reverenciada…”
Es interesante que Roma sólo da paso a la gran ramera en los últimos días, es decir, después del Siglo XI. Esta es la razón por la que la ramera sólo se menciona en el libro del Apocalipsis. Y esta es la razón por la que la Sagrada Escritura habla de la “caída” de Babilonia.
Apocalipsis 18, 2: “Gritó con poderosa voz, diciendo: Cayó, cayó la gran Babilonia, y quedó convertida en morada de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y abominación”.
Babilonia ha sido históricamente considerada como un nombre clave para Roma.
1 Pedro 5, 13: “Os saluda la iglesia de Babilonia, partícipe de vuestra elección, y Marcos, mi hijo”.
Los eruditos bíblicos entienden que San Pedro escribió esta epístola desde Roma, que él llama “Babilonia”. Por lo tanto, Roma es Babilonia y Babilonia ha caído.
Apocalipsis 17, 18: “La mujer que has visto es aquella ciudad grande que tiene la soberanía sobre todos los reyes de la tierra”.
Algunos podrían preguntar: “Si Roma es la ‘gran ciudad’, ¿por qué Apocalipsis 11, 8 dice que la gran ciudad es el lugar donde fue crucificado el Señor, que es Jerusalén?”. La respuesta es que en realidad no dice eso:
Apocalipsis 11, 8: “Sus cuerpos [el de los dos testigos] yacerán en la plaza de la gran ciudad, que espiritualmente se llama Sodoma y Egipto, donde su Señor fue crucificado."
Nótese que, al contrario de lo que algunos han afirmado, el Apocalipsis no indica claramente que los dos testigos (que algunos creen describen a Pedro y Pablo) son asesinados en la ciudad donde fue crucificado el Señor. Nótese que podría muy bien significar que la gran ciudad es llamada Sodoma y Egipto, donde su Señor fue crucificado. En otras palabras, la gran ciudad, Roma, se denomina como “Sodoma” y “Egipto” tan lejos como Jerusalén (donde su Señor fue crucificado) debido a sus inmoralidades. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que Roma era famosa por su corrupción. Por lo tanto, este pasaje no prueba con claridad, como algunos han sugerido, que Jerusalén deba ser la gran ciudad.

Otra consideración es que en el presente el cuerpo místico de Cristo está siendo crucificado en y desde Roma, de manera que en ese sentido también sería exacto decir que Roma es el lugar donde el Señor es crucificado en su cuerpo místico.

La gran ciudad es Roma. Históricamente, ninguna otra ciudad ha gobernado sobre los reyes de la tierra al igual que Roma, que tiene una primacía espiritual y eclesiástica a la que todas las naciones deben estar sometidas.
León XII, Quod hoc ineunte # 6, 24 de mayo de 1824:  “Vamos por tanto a esta santa Jerusalén, una ciudad sacerdotal y real que la sede "sagrada de Pedro" la ha convertido en la capital del mundo, que verdaderamente gobierna más ampliamente por la religión divina que por la dominación terrenal.
Y si quieran o no aceptarlo, todos los reyes de la tierra, todos los seres humanos deben estar sujetos, según los heterodoxos, al poder espiritual de la Iglesia Papista, que se ejerce desde Roma. Lea lo siguiente, ¡esta es la doctrina del Anticristo!
Bonifacio VIII, Unam Sanctam, 18 de noviembre de 1302: “Ahora bien, someterse al Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como de toda necesidad de salvación para toda criatura humana.

3. La ramera es una mujer

Apocalipsis 17, 6-7: “Vi a la mujer embriagada con la sangre de los mártires de Jesús, y viéndola me maravillé sobremanera. Díjome el ángel: ¿De qué te maravillas? Yo te declararé el misterio de la mujer y de la bestia que la lleva, que tiene siete cabezas y diez cuernos”.
Si bien es cierto que la Ramera de Babilonia es la iglesia romana que comenzó con la Gran Apostasía del Siglo XI, tendría sentido que esta entidad apocalíptica sea descrita como una mujer, con el fin de contrastarla con otra mujer —su antítesis— la Iglesia Ortodoxa.

4. La ramera es una madre

Apocalipsis 17, 5: “Sobre su frente llevaba escrito un nombre: Misterio: Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra”.
Los papistas siempre se han referido a la Iglesia como su madre.
Papa León XIII, Satis cognitum # 16, 29 de junio de 1896: “Amemos al Señor nuestro Dios, amemos su Iglesia, al Señor como nuestro Padre, a la Iglesia como nuestra Madre”.
Papa Pío XI, Mortalium animos # 11, 6 de enero de 1928: “Porque, si, como ellos repiten, desean asociarse a Nos y a los Nuestros, ¿Por qué no se apresuran a venir a la Iglesia, madre y maestra de todos los fieles de Cristo?”.
Papa Pío XII, Mystici corporis Christi # 66, 29 de junio de 1943: “Y, ciertamente, esta piadosa Madre brilla sin mancha alguna en los sacramentos, con los que engendra y alimenta a sus hijos; en la fe, que en todo tiempo conserva incontaminada…”
De hecho, a la Iglesia Romana se la llama específicamente “madre y maestra” de todas las iglesias (es decir, todas las Iglesias particulares en comunión con la "Iglesia Católica universal").
Papa León XIII, Exeunte iam anno # 2, 25 de diciembre de 1888: “… la Iglesia Romana, madre y maestra de todas las iglesias…”
Es bastante obvio que el Apocalipsis describe a la ramera de Babilonia como la “madre de las rameras” porque la apostasía se apodera de Roma. Roma se ha convertido en la madre ramera en una casi universal falsa Iglesia de los últimos días. Y esto lo vemos en acción: la apostasía y la fornicación espiritual de la falsa Iglesia comienza en Roma y después se extiende a todas las iglesias locales en la falsa secta. Por ejemplo: el indiferentismo religioso practicado en Roma se extendió al resto de la falsa Iglesia.
Por lo tanto, puesto que la Iglesia verdadera es la madre amorosa, la ramera es la madre de las fornicaciones. Y en cuanto la Iglesia es la madre de todos los fieles cristianos, la ramera es la madre de infieles de Cristo, es decir, de los que han abandonado la Iglesia y aceptaron la nueva religión del Siglo XI.

5. La ramera está vestida de púrpura y grana

Apocalipsis 17, 4: La mujer estaba vestida de púrpura y grana, y adornada de oro y piedras preciosas y perlas, y tenía en su mano una copa de oro, llena de abominaciones y de las impurezas de su fornicación”.
Un cardenal viste una faja roja o escarlata y un obispo una faja púrpura
Un cardenal viste una faja roja o escarlata y un obispo una faja púrpura
Apocalipsis 18, 16: “¡Ay, ay de la ciudad grande, que se vestía de lino, púrpura y grana y se adornaba de oro, piedras preciosas y perlas”.
Un cardenal viste una faja roja o escarlata y un obispo una faja púrpura

Este es quizás uno de los versículos más reveladores en el Apocalipsis. En la Iglesia Romana, los obispos visten de púrpura y los cardenales visten de grana (rojo).
Un cardenal viste una faja roja o escarlata y un obispo una faja púrpura

Al elegir para describir a la ramera de Babilonia como una mujer “vestida de lino, de púrpura y grana”, Dios nos está dando una clara indicación de que la ramera se viste con los colores del episcopado papista y cardenalato. Dios nos está dando una clara indicación de que la ramera se viste de estos colores. Esta es una descripción perfecta de la apóstata iglesia romana, la  falsa Iglesia del final de los tiempos, que se viste con los colores del Papismo.

6. La ramera tiene una copa de oro en su mano

La ramera tiene una copa de oro en su mano
Apocalipsis 17, 4: “La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro y piedras preciosas y perlas y tenía en su mano una copa de oro, llena de abominaciones y de las impurezas de su fornicación."
En la iglesia romana los sacerdotes tienen que usar, si fuere posible, un cáliz de oro para celebrar la misa. No es coincidencia que la ramera tenga un cáliz de oro en su mano. La ramera, como de costumbre, imita actúa y pretende ser la Iglesia verdadera, pero no lo es. Un sacerdote ortodoxo ofrece el cáliz de oro con la preciosísima sangre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La ramera ofrece una copa (cáliz), llena de abominaciones y de inmundicia – el vino invalido de la misa romanista.

En particular, este versículo se refiere a la misa romanista, que no contiene la sangre de Jesucristo, sino una ofrenda que es una abominación a la vista de Dios.
Apocalipsis 18, 6: “Dadle según lo que ella dio, y dadle el doble de sus obras; en la copa que ella mezcló mezcladle al doble”.
En la misa romana, se mezcla el agua con el vino en el cáliz.
Eugenio IV, Exultate Deo, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439: “Dice, en efecto, el bienaventurado papa Alejandro, quinto sucesor del bienaventurado Pedro: ‘En las oblaciones de los misterios que se ofrecen al Señor dentro de la celebración de la misa, deben ofrecerse en sacrificio solamente pan y vino mezclado con agua. Porque no debe ofrecerse para el cáliz del Señor, ni vino solo ni agua sola, sino uno y otra mezclados, puesto que uno y otra, esto es, sangre y agua, se lee haber brotado del costado de Cristo’. Ya también, porque conviene para sacrificar el efecto de este sacramento, que es la unión del pueblo cristiano con Cristo. El agua, efectivamente, significa al pueblo, según el pasaje del Apocalipsis: Las muchas aguas… son los muchos pueblos [Apoc. 17, 15]… Luego, cuando en el cáliz se mezcla el agua y el vino, el pueblo se une con Cristo y la plebe de los creyentes se junta y estrecha con Aquel en quien cree’”.
El simbolismo de Apocalipsis 18, 6 —mezcla en una copa— no puede ser más obvia sin dar a conocer el misterio del versículo. Es una obvia referencia a la misa, que ha sido completamente pervertida por la ramera. Ella no tiene nada que ofrecer a Dios en su copa, sino inmundicia y abominación (Apoc. 17, 4). Por otra parte, este versículo (18, 6) apunta a un punto específico en la misa, la mezcla de vino y agua. Esta acción de mezclarlos significa la unión del pueblo cristiano con Cristo, como lo define Eugenio IV en el Concilio de Florencia. Como hemos visto, este es el preciso significado que se ha eliminado de la consagración de la nueva misa, haciéndola inválida.
En un mismo versículo, por lo tanto, Dios revela que la ramera realiza una masiva fornicación espiritual en áreas que hacen referencia a la misa y la Iglesia Romana en su conjunto. Se trata de una asombrosa descripción de la secta vaticana del fin de los tiempos.

7. La ramera se caracteriza por su fornicación

Apocalipsis 17, 1-2: “Ven, te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas, con quien han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación.
Apocalipsis 18, 3: “Porque el vino de la cólera de su fornicación bebieron todas las naciones, y con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los comerciantes de toda la tierra con el poder de su lujo se enriquecieron."
Es simplemente un hecho que, cuando se utiliza el término fornicación en la Sagrada Escritura, muchas veces describe la idolatría e infidelidad espiritual.
Éxodo 34, 16: “Ni tomes a sus hijas para tus hijos, y sus hijas, al prostituirse ante sus dioses, arrastren a tus hijos a prostituirse también ellos ante sus dioses”.
Jueces 2, 17: “Se prostituyeron, yéndose detrás de los dioses extraños, y los adoraron, apartándose bien pronto del camino que habían seguido sus padres, obedeciendo a los preceptos del Señor: no hicieron ellos así."
Se podrían dar muchos otros pasajes para demostrar que la Escritura describe la infidelidad espiritual y la idolatría como fornicación y prostitución. Cuando una “gran ramera” comete fornicación en todo el mundo, se habla en este contexto, indicando claramente la apostasía de la fe verdadera. Como hemos demostrado en este libro, la apostasía de la verdadera fe y la aceptación de los falsos dioses/religiones idólatras es exactamente lo que más caracteriza a la apóstata iglesia romana. Ella ha puesto a los “dioses” demoníacos del panteón de las religiones del mundo a la par con el verdadero Dios.

Esta fornicación cual comienza desde la Roma apóstata y sus papas apóstatas (arriba) se ha extendido y asimilado en toda la Tierra (abajo), como hemos demostrado.
La apostasía interreligiosa de la contra Iglesia se extiende desde Roma a las universidades
La apostasía interreligiosa de la contra Iglesia se extiende desde Roma a las universidades, etc., como vemos aquí

La ramera de Babilonia es culpable de fornicación espiritual hasta el punto de que esa es la acción que caracteriza su título – “la gran ramera”. Por tal descripción, Dios está contrastando directamente la ramera con la Iglesia verdadera; porque la Iglesia es una mujer que se caracteriza por su fidelidad inquebrantable a su Esposo, Jesucristo.
Así como la ramera católica romana es conocida por su impureza, la Iglesia Católica Ortodoxa es conocida por su castidad.
Papa Siricio, carta a Hemerio, 10 de febrero de 385: “Y por eso quiso que la forma de la castidad de su Iglesia, de la que Él es su esposo, irradiara con esplendor, a fin de poderla hallar sin mancha ni arruga [Ef. 5, 17] como lo instituyó por su apóstol."
La Iglesia es “la Esposa inmaculada de Cristo”. La “gran ramera” no representa sino la mayor burla de la Esposa inmaculada de Cristo en la historia.
Papa Adriano I, Segundo Concilio de Nicea, 787: “… Cristo, nuestro Dios, cuando tomó por Esposa a su Iglesia Católica, que no tiene mancha ni arruga, prometió que cuidaría de ella y aseguró a sus santos discípulos diciendo: Yo estoy con ustedes todos los días hasta la consumación del mundo."

8. La ramera se ha separado de su esposo

Apocalipsis 18, 7: “Cuando se envaneció y entregó al lujo, dadle otro tanto de tormento y duelo. Ya que dijo en su corazón: Como reina estoy sentada, yo no soy viuda ni veré duelo jamás."
En otro increíble versículo, el Apocalipsis nos dice que la ramera dice a sí misma: “Como reina estoy sentada, y no soy viuda”. Ella no es una mujer viuda porque su (ex) Esposo no está muerto.
Apocalipsis 1, 17-18: “Así que la vi, caí a sus pies como muerto; pero él puso su diestra sobre mí, diciendo: No temas; yo soy el primero y el último, el viviente, que fui muerto y ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno."
El Esposo de la Iglesia Ortodoxa es Jesucristo. La ramera, al ser una falsa Iglesia que ha roto con la Iglesia Ortodoxa, tuvo a Jesucristo como su Esposo hasta que se separó de Jesucristo dejando sus tradiciones y enseñanzas. En lugar de ser una esposa fiel, la ramera se ha convertido en su propia reina, que es feliz al imponer a los demás su propia voluntad y gloria, sus propias enseñanzas y religión.
A pesar que la ramera se ha separado de la Iglesia al formar su propia “Iglesia” y religión, la Esposa de Cristo —la Iglesia Ortodoxa— siempre mantiene la unión con su Esposo, aunque la mayor parte del mundo la haya dejado para unirse a la ramera.

9. La luz de la lámpara no alumbrará más en la ramera

La luz de la lámpara no alumbrará más en la ramera de Babilonia
 Apocalipsis 18, 23: “La luz de la lámpara no lucirá más en ti; ni se oirá más la voz del esposo y de la esposa, porque tus comerciantes eran magnates de la tierra, porque con tus maleficios se han extraviado todas las naciones."
La “luz de la lámpara” es una referencia a la lámpara del santísimo que hay en las iglesias católicas. Esta lámpara significa la presencia real de Cristo en la eucaristía. Esta lámpara difícilmente se puede encontrar en las iglesias del Vaticano II. En la mayoría de los casos, ha sido desplazada hacia una nave lateral o en la parte posterior de la iglesia. Pero más que el desplazamiento de la lámpara del santuario, Apocalipsis 18, 23  está indicando que la presencia real de Cristo (la eucaristía válida) ya no se encuentra en la iglesia romana.

“La voz del esposo y de la esposa” en Apocalipsis 18, 23 es una referencia a Cristo y su Iglesia.
Jesucristo es el Novio, y su cuerpo místico, la Iglesia es su Esposa inmaculada. Cuando el Apocalipsis hace referencia a la voz del esposo y la esposa, es otra confirmación de que la ramera de Babilonia es la iglesia romana, que ha abandonado la enseñanza (o la voz) del Esposo (Jesucristo) y de la Esposa (su Iglesia).

10. Todo el mundo está embriagado con el vino de su fornicación

Apocalipsis 18, 3: “Porque del vino de la cólera de su fornicación bebieron todas las naciones, y con ella fornicaron los reyes de la tierra”.
Apocalipsis 14, 8: “Un segundo ángel le siguió, diciendo: Cayó, cayó Babilonia la grande, que a todas las naciones dio a beber del vino del furor de su fornicación”.
Apocalipsis 16, 19: “Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su cólera”.
Apocalipsis 17, 1-2: “Ven, te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas, con quien han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación."
La ramera de Babilonia es condenada repetidamente por causa de fornicación que tiene que ver con el vino. ¿Por qué? Como hemos demostrado, es el cambio en la forma de la consagración del vino que hace que la nueva misa romana inválida!La razón por la que la ramera es condenada por el vino de las fornicaciones se debe a los cambios invalidantes que se han hecho a LA PARTE de las palabras de la consagración DEL VINO en la nueva misa romana. Estos cambios en la parte de la consagración del vino invalidan ambas consagraciones. La iglesia papista ha realmente “hecho que todas las naciones beban del vino del furor de su fornicación” (Apoc. 14, 8).

11. La ramera se embriaga con la sangre de los santos y mártires

Anti Papa Juan Pablo II rito pagano indio americano
Apocalipsis 17, 6: “Vi a la mujer embriagarse con la sangre de los mártires de Jesús, y viendola me maravillé sobremanera”
Apocalipsis 18, 24: “Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y de todos los degollados sobre la tierra."
Se puede decir que la ramera se embriaga de la sangre de los santos en muchos niveles. El primero que viene a la mente es el ecumenismo como es practicado por la iglesia romana. Es el esfuerzo para reunir a todas las religiones como una sin conversión, en el respeto de todas las religiones como siendo esencialmente iguales.
El ecumenismo va directamente en contra de la verdad revelada de que los dioses de las religiones no cristianas son demonios (Salmo 95, 5, 1 Cor 10, 20), y pone a Cristo al nivel de Lucifer. A lo largo de este libro hemos expuesto el falso ecumenismo de la secta romana. La apóstata iglesia romana considera a las falsas religiones más o menos buenas y dignas de alabanza. Por lo tanto, se blasfema el recuerdo de los santos y de los mártires cuya carne fue arrancada con ganchos de hierro, sus cuerpos fueron entregados como alimento a los leones y sus cabezas fueron cortadas porque se negaron a comprometer su fe ni un ápice o decir que “todas las religiones son más o menos buenas y dignas de elogio”. También se burla de todos los sacrificios de todos los santos que dieron su vida al sacerdocio, a la vida religiosa, para la obra misionera. Todo fue innecesario, según la secta vaticana.
Lo que también es interesante es que el Apocalipsis menciona que los mártires gritan desde debajo del altar.
Apocalipsis 6, 9: “Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habian sido degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban. Clamaban a grandes voces: ‘¿Hasta cuándo Señor, Santo, Verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la tierra?’”.
La iglesia romana prescribe que los altares donde se oficia la santa misa deben contener reliquias de mártires. Por lo tanto, tiene todo el sentido que los mártires, cuyas vidas son objeto de burla por el ecumenismo y el respaldo de la secta vaticana a las religiones falsas, están clamando a gritos “debajo del altar”. Ellos están clamando a gritos no sólo contra el ecumenismo interreligioso, que se burla de sus vidas, sino también a las abominaciones litúrgicas que se producen directamente sobre sus reliquias en la misa papista.
Apocalipsis 18, 20, Juicio de Dios sobre la ramera: “Regocijate por ello, ¡oh cielo!, y los santos, y los apostoles y los profetas, porque Dios ha juzgado nuestra causa contra ella-"

Conclusión sobre la ramera de Babilonia

Es evidente, que la apóstata iglesia romana es la ramera de Babilonia profetizada en las Escrituras.
Apocalipsis 11, 2: “El atrio exterior del templo déjalo fuera y no lo midas, porque ha sido entregrado a las naciones, que hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses”.
Cabe señalar que los “cuarenta y dos meses” (Apoc. 11, 2), los “mil doscientos sesenta días” (Apoc. 12:6), y los “un tiempo, y dos tiempos, y medio tiempo” (Apoc. 12, 14) y 3 y 1/2 años son considerados por algunos estudiosos como un símbolo de un período de persecución.
Lucas 21, 34-35: “Estad atentos, no sea que se emboten vuestros corazones por la crápula, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, y de repente venga sobre vosotros aquel día como un lazo; porque vendrá sobre todos los moradores de la tierra”.
El lazo sirve para atrapar a los animales. Ahora, si el lazo de los últimos días consiste en una falsa Iglesia creada desde Roma, y una invasión espiritual de la ciudad (Roma), entonces el “animal” que el diablo está tratando de atrapar es el cristianismo.

Apocalipsis 18, 4-5: “Oí otra voz del cielo que decía: Sal de ella, pueblo mío, para que no os contaminéis con sus pecados y para que no os alcance parte de sus plagas; porque sus pecados se amontonaron hasta llegar al cielo, y Dios se acordó de sus iniquidades."
Si los católicos romanos no rompen completamente con la gran ramera estas personas pueden perder sus almas en el fuego eterno por blasfemar contra la Iglesia de Cristo, que no tiene comunión con las obras de las tinieblas, que no tiene parte con los no creyentes, y no mantiene amistad con la mujer de la iniquidad. Aunque gran parte del mundo ha sido engullido por la gran ramera, la Esposa inmaculada del Señor sigue existiendo en toda su pureza, a pesar de que se haya reducido a un remanente. Esta mujer pura que representa el remanente de la Iglesia Ortodoxa Verdadera en los últimos días.
Apocalipsis 12, 6: “La mujer huyó al desierto, en donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la alimentasen durante mil doscientos sesenta días”.
Apocalipsis 12, 14: “Pero fuéronle dadas a la mujer dos alas de águila grande para que volase al desierto, a su lugar, donde es alimentada por un tiempo, y dos tiempos, y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente”.


Debemos entrar en esta iglesia ortodoxa remanente en el desierto. Debemos mantener “la fe que les fue dada a los santos” (Judas 1, 3), y acercarse a Dios mediante la recepción de los verdaderos sacramentos y el rezo de la Oración de Jesús (Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador).
Apocalipsis 12, 17: “Se enfureció el dragón contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de su descendencia, contra los que guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio de Jesús”.
Apocalipsis 12, 12: “Aquí está la paciencia de los santos, que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
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ENGLISH VERSION: Rome is The Whore Profesied in the Apocalypse

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